La guillotina llega al Bayern pese al milagroso título

Bayern Múnich consiguió su undécima Bundesliga consecutiva de manera épica, luego de que Borussia Dortmund despercidiara la chance de interrumpir la racha y se desinflara en la última jornada. Pese a todo, el éxito no evitó un remezón masivo en el Allianz Arena.

Apenas horas después de la consecución de la "ensaladera", la escuadra germana anunció la salida de su CEO, el legendario exarquero, Oliver Kahn, quien se despidió del club incendiando las redes sociales.

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"¡Increíble! ¡Un gran logro y felicidades chicos! Se los dije, no se rindan hasta el final. ¡Estoy increíblemente orgulloso de ustedes y de este logro! Me gustaría estar celebrándolo con ustedes, pero desafortunadamente no ha podido ser porque me lo prohibieron. Estoy deseando que llega la próxima temporada. ¡Seremos campeones por 12ª vez! ¡A celebrarlo!", tuiteó.

Menos de una semana después del primer terremoto llegó el segundo, luego de que el Diaro alemán BILD anunciara que tres jugadores estarían en la "death list" para salir del equipo.

Sadio Mané, Leroy Sané y Serge Gnabry estarían fuera de los planes del entrenador, Thomas Tuchel, que no estaría para nada contento con el rendimiento de los futbolistas ni tampoco con su actitud dentro del camarín.

Vale recordar que a inicios de abril el senegalés fue sancionado tras golpear en la cara a su compañero, Sané, luego de la derrota por 3-0 del Bayern ante Manchester City por la Liga de Campeones.

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Por otro lado lo de Gnabry, aunque sorprendente, tiene su asidero en la sobrepoblación de jugadores que tiene el "Gigante de Bavaria" en ataque, por lo que Tuchel no tendría problemas en desprenderse de su carta pese a lo mucho que el club luchó por su renovación hace menos de un año.

De esta manera el Bayern Múnich está listo para seguir con su reestructuración sin remordimientos, luego de haber obtenido un título que prácticamente daban por perdido, pero que el descalabro del BVB en la recta final les dejó en bandeja.